Hoy quiero hablar de lo
que ha sido el desempeño del Pippo como tecnico de los rossoneri, comienzo este
post aclarando que en su paso por la nazionale y por el mismo Milan, Inzaghi se gano mi admiración
por el gran jugador que fue y al tomar la batuta del club fue
mucha la expectativa que se genero en mi sobre todo por haber tenido la suerte de
estar en la Casa Milan el dia que fue presentado a los fanáticos y pude
escuchar un poco las opiniones de los tiffosi, que auguraban grandes triunfos de la mano de su nuevo entrenador.
En palabras de su ex compañero Gianluca Zambrota “Inzaghi
necesita que le den tiempo, todos los entrenadores necesitan tiempo para
trabajar en paz” no podria estar mas de acuerdo con estas palabras y no solo
por Inzaghi siento que para cualquier entrenador que este asumiendo un reto de
esta magnitud por primera vez una temporada no es suficiente para demostrar de
lo que es capaz – para bien o para mal - Inzaghi esta dejando cuerpo y alma en
la cancha, expresando su amor a la camiseta.
Con los números en contra, ganando solo 2 de los últimos 11 partidos, Inzaghi se encuentra frente a un monstruo de 3 cabezas (la afición, la prensa y la directiva del club) y si bien las lesiones de sus jugadores han contribuido en su caída eso no es escudo suficiente para calmar a esta bestia.
El máximo anotador del club se encuentra ante el ultimatum de Berlusconi, presidente y propietario del club, que debe ganar si o si los próximos partidos o sera sustituido para la próxima temporada, si nos vamos a estadísticas ha sido la peor campaña del club en 30 años y los propios medios italianos lo han definido como "un rendimiento de la serie B".
Mucho se habla ya de quien podría ser el sustituto, a Inzaghi le quedan 10 fechas para mejorar y probarse a si mismo y como
el mismo lo ha dicho jugará 10 finales para merecerse su puesto en el equipo.
Para mi quiso correr antes de caminar, pienso que debió seguir un tiempo mas en las juveniles, después quizás entrenar a un equipo mas pequeño de la serie A y ya al acumular mas experiencia podría haber asumido el reto de dirigir al A.C. Milán y otro gallo cantaría, pero las cartas ya están echadas y el compromiso adquirido así que lo que queda es esperar el desempeño del equipo en lo que queda de temporada y que la diosa fortuna nos muestre que futuro le depara al Pippo.
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